sábado, 26 de junio de 2010

Jacaranda como árbol ornamental

La Jacaranda como árbol ornamental es muy popular en los jardines españoles, en especial en aquellos situados en zonas cálidas, dada su procedencia subtropical. Los podemos encontrar tanto en jardines públicos como privados.

Jacaranda como árbol ornamental

La Jacaranda mimosifolia en jardines públicos se suelen plantar en grupo cuando se trata de áreas verdes y en alineación como árbol urbano. En jardines privados suelen estar como árboles aislados, principalmente por falta de espacio.

La Jacaranda es un árbol de hoja caduca que si bien alcanza en su estado natural hasta los 10 metros de altura, en jardinería no suele alcanzarlos salvo en excepciones. La forma de su copa suele ser poco uniforme y poco densa, alcanzando diámetros de poco más de 5 metros que proyecta una sombra de mediana intensidad.

Su verdadero atractivo reside en su espectacular floración que en Europa se produce sobre una primavera tardía y en árboles ya con tres o cuatro años de edad. Florece antes de su brotación. Sus llamativas y numerosas flores son de color azul claro a violáceo, reunidas en forma de espigas piramidales y laxas.

Sus raíces son de desarrollo oblicuo y fasciculadas, no son invasoras y se desarrollan relativamente cerca de la superficie, por lo que cuando se presenta un período de escasez de agua la Jacaranda se ve muy afectado.

Por su carácter subtropical, la Jacaranda es muy sensible a temperaturas inferiores a -2 ºC de forma prolongada. Destacar que son mucho más sensibles los ejemplares.

Su ubicación en el jardín es a pleno sol pero aunque puede soportar una semisombra moderada. 

La Jacaranda como árbol ornamental es bastante rústica y crece bien en suelos de textura areno-arcillo-humíferos. Como decimos, por su sistema radicular, requiere humedad en el terreno, limitando su crecimiento la sequía. Aunque tolera una cierta alcalinidad del terreno, vegeta mejor en neutro. Por el contrario, no tolera la salinidad en el suelo.

En cuanto a plagas puede ser atacado principalmente por pulgones, siendo bastante resistente a otros insectos. Y en lo que respecta a enfermedades, en ocasiones es atacado por hongos como Capnodium citri (fumagina) y Xanthomonas glandis.

La Jacaranda es un árbol no demasiado exigente y de crecimiento relativamente rápido. Por ello, requiere podas de formación y limpieza que tolera bien.

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