Golpes de calor en el jardín, cómo prepararse adecuadamente, es un punto clave para que este problema, que precisamente por estos días está azotando severamente el hemisferio norte, no acabe con tu jardín. Una palabra encierra el primer secreto y vale la pena reiterarla hasta el cansancio: precaución, precaución, precaución…
La más importante es fácil de imaginar: sostener un riego adecuado. El detalle es la hora: riega siempre de tardecita o noche (para que las plantas conserven más tiempo el fresco del agua a la vez que ésta se evapora menos) y además para ahorrarla.
Si no has tenido la precaución de hacerlo y un golpe de calor te sorprende desprevenido, no es demasiado tarde y aún hay cosas que puedes hacer. Comienza por cortar las partes que se han marchitado o secado, siempre desde el exterior al interior de la planta; lo que hay que evitar es que la planta invierta energía y nutrientes en estas partes muertas.
Riega luego con efectividad, especialmente vigilando que las raíces accedan al agua de modo que regar en la base de las plantas es una excelente opción. Como medida adicional, (siempre dependiendo de la extensión de suelo que poseas) es buena idea cubrirlo con algún tipo de elemento como cortezas o similar con el objetivo de reducir la evaporación.
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